Ser madre no es un trabajo fácil, ni de corto plazo.
Por ello, con este artículo pretendemos quitarte trabajo extra puntualizando cuándo, cómo y porque un bebé después de los 6 meses de edad, necesita recibir alimentación complementaria a la leche materna (si tienes dudas sobre CÓMO ALIMENTAR A UN BEBE DE 0-6 MESES visita el link)
¿CUÁNDO COMENZAR?
De forma general se recomienda mantener la lactancia materna de forma exclusiva hasta los 6 primeros meses de edad y, a partir de ese momento, añadir paulatinamente el resto de los alimentos.
No obstante, es importante reconocer las señales que indican que el bebé está listo para comenzar con otros alimentos, según su desarrollo motor, ya que no todos los niños van a adqu irir estas capacidades a la misma edad.
Es necesario:
- Presentar un interés activo por la comida.
- La desaparición del reflejo de extrusión (expulsión de alimentos no líquidos con la lengua).
- Ser capaz de agarrar comida con la mano y llevarla a la boca.
- Mantener la postura de sedestación con apoyo.
¿POR QUÉ SE DEBE INICIAR ALREDEDOR DE LOS 6 MESES?
Para poder ingerir alimentos diferentes a la leche dado que ésta por lo regular ya no cubre las necesidades del organismo. Sin embargo, es conveniente que el bebe tenga la maduración necesaria a nivel neurológico, renal, gastrointestinal e inmune para recibir nuevos alimentos.
Una introducción muy precoz de la AC puede conllevar riesgos a corto y largo plazo
A corto plazo, posibilidad de atragantamiento y aumento de gastroenteritis agudas e infecciones del tracto respiratorio superior.
A largo plazo mayor riesgo de obesidad, eccema atópico y de diabetes mellitus tipo 1.
Por el contrario, retrasarlo a más de los 7 meses de edad puede traer:
- Carencias nutricionales, sobre todo de hierro y zinc.
- Aumento del riesgo de alergias e intolerancias alimentarias.
- Peor aceptación de nuevas texturas y sabores.
- Mayor posibilidad de alteración de las habilidades motoras orales.
¿CÓMO INICIAR, QUÉ ALIMENTOS Y CON QUÉ FRECUENCIA?
Se recomienda introducir los alimentos de uno en uno, con intervalos de unos días, para observar la tolerancia y la aceptación y no añadirles sal, azúcar ni edulcorantes, para que el bebé se acostumbre a los sabores naturales de los alimentos
Se pueden empezar por frutas y verduras, a tolerancia y gusto para seguir con alimentos como los cereales como el arroz o la avena, las leguminosas, el pescado, entre otros.
La leche, los frutos secos y el huevo es recomendable no ofrecerlos antes de los 9 -12 meses de edad.
¿CUÁNTA CANTIDAD HAY QUE DAR?
El alimento principal sigue siendo la leche materna, por lo que se deberá ofrecer el pecho a demanda y con frecuencia, o la leche de fórmula en caso de no ser amamantado. RECUERDA: siempre preferir la leche materna, aquí las RAZONES PARA AMAMANTAR A TU BEBÉ
La introducción a la alimentación complementaria es un proceso gradual. Inicialmente las porciones han de ser pequeñas y se aumentan progresivamente conforme crece el niño, mientras se mantiene la lactancia materna.
LA CONSISTENCIA…
Debe aumentar progresivamente yendo de las texturas líquidas, grumosas a semisólidas. A los 12 meses, el lactante ya puede consumir el mismo tipo de alimentos que el resto de la familia, aunque teniendo especial cuidado con los sólidos con riesgo de atragantamiento, como los frutos secos enteros, que deberán evitarse.
Por último, no te olvides que el acto de dar de comer, es un acto de amor. No presiones ni premies. Respeta su ritmo de desarrollo y permite cierta autonomía,
Considera que la información aquí presentada se propone para una población general. Si tienes alguna condición particular o deseas saber cómo este contenido se ajusta a tus necesidades, es necesario que consultes a un especialista en Nutrición, ya que como experto en el tema, podrá tratar tu caso de la mejor manera.
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Referencias
Cuadros-Mendoza, CA, Vichido-Luna, MA, Montijo-Barrios, E, Zárate-Mondragón, F, Cadena-León, JF, Cervantes-Bustamante, R, Toro-Monjáraz, E, & Ramírez-Mayans, JA. (2017). Actualidades en alimentación complementaria. Acta pediátrica de México, 38(3), 182-201. https://doi.org/10.18233/apm38no3pp182-2011390
