El desayuno es la primera comida del día; sin embargo, no se le da la importancia que merece e incluso lo saltamos. De hecho, algunos investigadores recomiendan que el desayuno debe representar del 20 al 25% de la energía total que debemos consumir en un día. Por ejemplo, si tu requerimiento diario es de 2000 kcal al día; entonces tu desayuno debe ser de 400 a 500 kcal.

Te invitamos a leer ¿Cómo realizar mi cálculo calórico? para que aprendas a calcularlo por ti mismo de una forma sencilla.

En teoría, la mayoría de nosotros cuando dormimos pasamos por una fase de ayuno prolongado que dura 8 horas; pero esto puede variar dependiendo de las actividades y hábitos de las personas. Por lo tanto, el desayuno nos permite salir de ese estado y proporciona beneficios para nuestra salud y rendimiento.

¿Qué beneficios nos proporciona el desayuno?
    • Disminuye la sensación de cansancio; por lo tanto nos sentimos más activos y somos más productivos.
    • Se aumenta el consumo de vitaminas y minerales.
    • Experimentamos mayor concentración para realizar nuestras actividades.
¿Qué alimentos debo incluir en mi desayuno?
    • Cereales, de preferencia integrales; por ejemplo: bolillo de harina integral, tortilla de maíz, tortillas de harina integral, avena o cereales de caja sin azúcar y ricos en fibra.
    • Frutas, te recomendamos las que se encuentran en temporada ya que son más baratas y las que sean de tu preferencia.
    • Lácteos, ya que son una buena fuente de calcio; principalmente, la leche, el queso y el yogur.
    • Alimentos de origen animal y leguminosas; por ejemplo el huevo y los frijoles.

Algunos ejemplo de platillos para un rico desayuno pueden ser:

    • Molletes de frijoles con queso acompañados de una salsa fresca de pico de gallo y una taza de fruta picada de tu preferencia.
    • Un coctel de frutas con yogur natural sin azúcar y granola.
    • Huevo a la mexicana acompañados de una tortilla y frijoles.

Si yo no desayuno ¿Qué puedo hacer para empezar a hacerlo?
    1. Establece una hora para tu desayuno; recuerda que se debe realizar dentro de las primeras horas de la mañana después de despertar.
    2. Establece un horario de sueño; de tal manera que puedas levantarte temprano y puedas tomarte el tiempo necesario para elaborar y sentarte a desayunar.
    3. Compra alimentos saludables y que sean fáciles de transportar; de esta forma podrás alimentarte de camino al trabajo o a la escuela cuando se te haga tarde.
    4. Si estás muy acostumbrado a no desayunar; entonces, comienza con algo ligero. Por ejemplo, un vaso de leche, una fruta o una barra de cereal. Después de dos o tres semanas, comienza a agregar más alimentos; es decir, un vaso de leche y un sándwich de jamón.

No desayunar puede generar molestias como dolor de cabeza, somnolencia, cansancio, falta de ánimo y malestar por los gruñidos del estómago, que nos indican que está vacío y que tenemos hambre. Por ello, trata de realizar la comida lo más temprano posible; ya que el almuerzo o la comida del mediodía no puede reemplazarlo.

Por último, recuerda que el desayuno nos ayuda a establecer hábitos saludables y si aún no te convence; te reto a ponerlo en práctica por dos semanas y nos compartas tu experiencia en los comentarios.

Considera que la información aquí presentada se propone para una población general. Si tienes alguna condición particular o deseas saber cómo este contenido se ajusta a tus necesidades, es necesario que consultes a un especialista en Nutrición, ya que ellos son los expertos y pueden tratar tu caso de la mejor manera.

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REFERENCIA

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Britos, S. (2014). Importancia del desayuno en la nutrición y educabilidad de los escolares. [Archivo PDF]. Recuperado de: https://cepea.com.ar/cepea/wp-content/uploads/2014/09/dossier-desayuno.pdf

Herrera, A. (2013). El desayuno y su importancia ¿es realmente el desayuno una necesidad fisiológica o un hábito saludable? [Archivo PDF]. Recuperado de: https://revgastrohnup.univalle.edu.co/a13v15n2/a13v15n2art4.pdf 

Sanchez, J.A. y Serra, L. (2000). Importancia del desayuno en el rendimiento intelectual y en el estado nutricional de los escolares. [Archivo PDF] Recuperado de: http://www.5aldia.org/datos/60/PDF_3_8211.pdf 

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