La lactancia materna exclusiva (LME) se refiere a la práctica de alimentar a un bebé únicamente con leche materna, sin la introducción de ningún otro alimento o líquido durante los primeros seis meses de vida.
Esta forma de alimentación proporciona los nutrientes esenciales que el bebé necesita para un óptimo crecimiento y desarrollo, y ofrece beneficios para la salud tanto del bebé como de la madre.
Durante el último siglo, la lactancia materna ha presentado cambios significativos, sólo el 37% de los lactantes menores de seis meses en países de ingresos bajos y medios son amamantados de forma exclusiva.
Lo anterior es alarmante, ya que, la implementación de la lactancia materna trae consigo múltiples beneficios.
Beneficios de la lactancia materna exclusiva (LME).
- La LME disminuye el riesgo de infecciones gastrointestinales.
- Niñas y niños que fueron alimentados con LM durante el primer año de vida presentan un 30% menos de riesgo de enfermar de diarrea por rotavirus.
- Los niñas y niños no amamantados presentan casi 15 veces más mortalidad por neumonía.
- El riesgo de hospitalización por infección respiratoria durante el primer año de vida disminuye un 72% en niños alimentados con LME por al menos 4 meses.
- La severidad de la bronquiolitis por virus es un 74% menor en aquellos niños con LME por al menos 4 meses comparado con aquellas niñas y aquellos niños alimentados con lactancia parcial o fórmula.
Beneficios de la lactancia materna en la madre.
- Disminución en la predisposición de padecer cáncer de mama y ovarios.
- Menor riesgo de desarrollar diabetes.
- Recuperación posparto: La lactancia materna estimula la contracción del útero, lo que ayuda a la madre a recuperarse más rápidamente después del parto. Estas contracciones ayudan a reducir el sangrado posparto y a que el útero vuelva a su tamaño normal.
- Vínculo emocional: La lactancia materna fortalece el vínculo emocional entre la madre y el bebé. La liberación de oxitocina durante la lactancia promueve sentimientos de amor y bienestar en la madre.
- Ahorro económico: La lactancia materna es más económica que la fórmula infantil, ya que no se necesita comprar leche de fórmula ni biberones. Esto puede ayudar a reducir la carga financiera asociada con la crianza de un bebé.
¿Cuáles son las necesidades nutricionales de la madre lactante?
Las necesidades nutricionales de una madre lactante son especialmente importantes para garantizar la salud y el adecuado desarrollo de su bebé, así como para mantener su propia salud.
A continuación se describen las principales necesidades nutricionales durante la lactancia:
- Calorías adicionales: Durante la lactancia, se necesita un aumento en la ingesta calórica para producir suficiente leche materna y mantener la energía de la madre. Se recomienda un aumento de aproximadamente 500 a 600 calorías adicionales al día en comparación con el requerimiento calórico previo al embarazo.
- Proteínas: Las proteínas son esenciales para la producción de leche materna y la recuperación del cuerpo de la madre. Se recomienda una ingesta diaria de proteínas de alta calidad, como las que se encuentran en carnes magras, pescado, huevos, productos lácteos bajos en grasa, legumbres y nueces.
- Hidratación: Mantenerse bien hidratada es fundamental durante la lactancia. La leche materna tiene un alto contenido de agua, y la madre necesita reponer los líquidos perdidos a través de la producción de leche. Se recomienda beber suficiente agua y líquidos saludables a lo largo del día.
- Calcio: El calcio es esencial para mantener la salud ósea de la madre y para el desarrollo de los huesos del bebé. Se recomienda el consumo de alimentos ricos en calcio, como productos lácteos bajos en grasa, vegetales de hojas verdes, almendras y sardinas enlatadas con espinas.
- Hierro: La madre puede experimentar una disminución en sus reservas de hierro durante el embarazo y el parto, por lo que es importante consumir alimentos ricos en hierro para prevenir la anemia. Fuentes de hierro incluyen carne roja magra, legumbres, espinacas y cereales fortificados.
- Ácido fólico: La ingesta de ácido fólico es importante para mantener la salud de la madre y prevenir defectos de nacimiento en futuros embarazos. Las mujeres lactantes deben seguir tomando suplementos de ácido fólico si se les recomendaron durante el embarazo.
- Ácidos grasos omega-3: Los ácidos grasos omega-3, como los que se encuentran en el pescado graso, las nueces y el aceite de linaza, son beneficiosos para el desarrollo cerebral del bebé. También pueden ayudar a reducir la inflamación y mejorar la salud de la madre.
- Vitaminas y minerales: La madre debe asegurarse de obtener suficientes vitaminas y minerales esenciales, como la vitamina D, la vitamina B12 y el zinc. En algunos casos, se pueden necesitar suplementos, pero es importante hablar con un profesional de la salud antes de tomar cualquier suplemento.
Conclusión.
la lactancia materna exclusiva es que es la mejor opción de alimentación para los bebés durante los primeros seis meses de vida.
Proporciona los nutrientes necesarios, protege contra enfermedades, fortalece el vínculo entre madre e hijo, y beneficia la salud de ambas partes.
Sin embargo, las necesidades nutricionales cambian a medida que el bebé crece, por lo que se debe considerar la introducción de alimentos complementarios a partir de los seis meses, manteniendo la lactancia hasta al menos los dos años.
La lactancia materna exclusiva es un pilar fundamental en la salud y el bienestar de los bebés.
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Bibliografía:
- Urquizo Aréstegui, Raúl. (2014). Lactancia materna exclusiva: ¿siempre?. Revista Peruana de Ginecología y Obstetricia, 60(2), 171-176. Recuperado en 25 de octubre de 2023, de http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2304-51322014000200011&lng=es&tlng=es.
