La deshidratación es un padecimiento derivado de la falta de ingesta o pérdida excesiva de líquidos y trae consigo múltiples signos y síntomas que pueden desarrollar daño en órganos o incluso la muerte.
Es importante prevenir y detectar cuando se presenta deshidratación para resolverlo antes de que se convierta en un problema mayor.
Los niños deshidratados comenzarán presentando labios y boca seca o pegajosa, poca cantidad de orina, además de ser de color oscuro y aroma concentrado, somnolencia, irritabilidad, aturdimiento, dolor de cabeza, piel enrojecida y cambios drásticos en la temperatura corporal.
Al realizar actividad física es muy importante mantenerse bien hidratado pues se pierde mucha agua a través del sudor. Es recomendable beber agua antes, durante y después de practicar deporte.
Si hace mucho calor o el niño está realizando actividad física de alta intensidad es necesario tomar electrolitos o sueros para rehidratar. Se recomienda beber líquidos cada 20 min durante la actividad física.
Estar bien hidratado ayuda a tener un mejor desempeño al momento de realizar actividades físicas.